Tips para ascender en el mundo empresarial

A las mujeres nos suele costar más llegar a mesas de toma de decisión y puestos de CEO. Te damos unos tips para simplificar ese camino y lograr resultados efectivos.

Los techos de cristal existen. Las barreras legitimadas históricamente siguen vigentes, aun cuando muchas empresas, sobre todo las que tienen negocios internacionales, hayan comenzado a implementar políticas internas con perspectiva de género que permiten a las mujeres un camino un poco más llano para alcanzar sus objetivos. 

Según un relevamiento realizado por Glue Consulting, en Argentina sólo el 4% de las empresas están dirigidas por mujeres. Este fenómeno también se reproduce a nivel mundial en iguales proporciones: de 500 empresas relevadas, sólo 20 tienen mujeres al frente.

Aún quedan muchas metas por alcanzar. Pero hay algunas acciones que podemos llevar adelante, sea el lugar que sea que ocupemos en los espacios de trabajo, para hacer notar nuestras aptitudes y abrirnos camino, no sólo a nosotras mismas, sino también a futuras generaciones de mujeres que quieran ascender en el ámbito empresarial.

Generá tus propias redes

No todas las empresas generan espacios para que sus empleados y empleadas lleven adelante momentos de networking. Sin embargo, el mismo ambiente laboral es una oportunidad constante que podés aprovechar. Es normal que sólo te rodees de personas que están en tu equipo, o que se vinculan directamente con tus tareas, pero, a veces, las mejores ideas y oportunidades de innovar surgen de conversaciones con quienes hacen cosas completamente diferentes a vos.

El horario de almuerzo suele ser uno de los mejores momentos para aprovechar la oportunidad. Por eso, no comas en tu escritorio y aprovechá los lugares comunes de la oficina para interactuar con otros. Por otro lado, podés generar oportunidades a través del chat de la empresa, al hablar con compañeros o compañeras que se sientan cercanos a vos pero que, por cuestiones laborales, no encuentran espacios para vincularse. Ni hablar de los espacios de socialización e intercambio descontracturado que la empresa genere, ese siempre es un lugar para aprovechar.

Mantené un perfil alto

No significa egocentrismo ni nada por el estilo. El perfil alto hace eco del trabajo que vos realizás en la empresa y el 90% de las veces se relaciona con tu rendimiento. Si tus proyectos, informes e ideas son innovadoras, atractivas y bien realizadas, es más probable que tus jefes o jefas te inviten a sentarte en la mesa de los directivos para presentar una parte del proyecto. Así, tu nombre comienza a circular, y los directores ya pueden saber quién sos, en qué área trabajás y en qué sos experta.

Las puertas se abren a quienes tienen un alto rendimiento y ayudan a sus superiores a solucionar los problemas que aparecen en el día a día. El perfil alto también genera que te vuelvas el contacto de referencia para pedirte determinada información y que accedas a diferentes conversaciones dentro de la empresa, cosa que siempre se consigue generando buenas relaciones internas.

Mentoreo

No todas las empresas lo tienen como un programa obligatorio interno, pero eso no quiere decir que no puedas tener un mentor o mentora. En caso de ser una empresa internacional, no descartes que tu mentor o mentora sea alguien que se encuentre trabajando en otro mercado; lo más seguro es que luego te pueda abrir puertas donde está, sobre todo, si te interesa tener una carrera internacional. Este tipo de personas y recursos te permiten conocer la empresa en otro nivel. Desde el punto de vista corporativo te va a generar una red mucho más amplia de contactos y te va a permitir relacionarte con gente que, probablemente, no esté en tu círculo más cercano de trabajo. Además, vas a poder aprender sobre procesos y modalidades de trabajo de diferentes áreas, lo que te va a ampliar el panorama.

Vos no sos ninguna “impostora”
El “síndrome de la impostora” se define como la falta de autoestima para desempeñar un puesto en espacios que dicen ser, por tradición, masculinos. Por eso, sentimos que tenemos la necesidad de trabajar más y mejor para tener derecho a ese reconocimiento. A veces, nos sucede que tratamos de “compensar” con un esfuerzo sobrehumano y muchas horas de trabajo aquello para lo que no nos creemos capaces o idóneas como para dar buenos resultados. La respuesta no está vinculada a la capacidad. Se trata de los estereotipos de género que nos dominan. Por eso, al momento de dar una presentación en la que no te sentís segura, ¡hacela igual! Podés encontrar la forma de utilizar tus miedos a tu favor y resaltar tus cualidades. Nunca dudes en hacerlo. Cuando sientas ese miedo, acordate que sólo son palabras estereotipadas y que tu palabra y conocimiento vale igual que la de los demás.
Contratar mujeres genera un mayor crecimiento económico dentro de las empresas y, si bien ya está constatado por las organizaciones, el estudio realizado por el programa Ganar-Ganar de la ONU-Mujeres y OIT indica que más del 50% de las compañías que implementaron iniciativas de diversidad e igualdad de género vieron, como consecuencia, un aumento de financiero por encima del 15%. Tener mujeres en las empresas es un gran negocio, mejor aún si ocupamos espacios de toma de decisiones.

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POR: Sofía Quilici

Sofía Quilici es periodista y Lic. en ciencias de la Comunicación. Profesionalmente se desempeña en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, es redactora freelance en el diario Cronista Comercial y es consultora para emprendimientos, PyMEs y empresas sobre comunicación y género.

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