Apple es el ejemplo perfecto de una marca exitosa que estuvo a punto de colapsar y que debió reinventarse para seguir en el mercado. Fue fundada el 1° de abril de 1976 por Steve Jobs y su amigo Steve "Woz" Wozniak, en California. Su primer paso fue la creación de la computadora Apple I, aunque en realidad se trataba de una plaqueta electrónica con todos sus componentes: microprocesador, memoria e interfaz de video, pero carente de gabinete, teclado, pantalla o fuente de alimentación, que se podía conectar a cualquier teclado o televisor.
La Apple 1 se presentó en el Homebrew Computer Club, se vendió por 666,66 dólares y la propuesta no le interesó a Hewlett-Packard, ni a Atari ni tampoco a Intel. Mientras tanto, su fabricación se realizaba a mano, en el garage de la casa de los padres de Steve Jobs, y se podía conseguir en tiendas de informática o por correo, vendiendo una cifra de 175 unidades.
Cuando Woz y Jobs buscaban financiación para crear y lanzar la Apple II, llegó el respaldo económico de Mike Markkula, un inversor millonario que aportó su experiencia en los negocios y un cheque de 250.000 mil dólares para expandir las operaciones, a cambio de una tercera parte de la compañía. Con su ingreso, Apple fue legitimada; finalmente se convirtió en una corporación y se mudó del garage de Jobs a una pequeña oficina de Cupertino, California.
El próximo objetivo sería lanzar la Apple II, una nueva computadora diseñada por Wozniak, que revolucionaría el mercado. Entre sus principales características, la Apple II contaba con un lector de disquettes de 5 ¼, cuando la competencia todavía leía la información en cintas, y fue la plataforma elegida para la hoja de cálculo VisiCalc, una aplicación precursora de las interfaces de hojas de cálculo actuales, que sólo existía para Apple II. Su precio fue de 1.298 dólares y, a un año de haberse confirmado como una corporación, Apple ya estaba generando ganancias. La empresa obtuvo más de $2 millones, las ventas se duplicaron y quintuplicaron al año siguiente. Gracias a sus novedosos recursos, la Apple II logró un éxito con más de 300.000 unidades vendidas para fines de 1981.
TIEMPOS TURBULENTOS
Con su nuevo éxito, Apple ingresó en la revista Fortune 500 y pasó a ubicarse como una nueva competencia entre los grandes del mundo de la informática, como IBM o Microsoft. A Steve Jobs lo declararon como la persona más joven en llegar a millonario en la lista Fortune 400, debido a sus 155 millones de dólares en acciones.
Mientras tanto, un nuevo proyecto se llevaba el tiempo y la energía de Jobs: la Apple Lisa, la primera computadora personal con interfaz gráfica y mouse, que llegaba para revolucionar el mercado. No obstante, solo fue un fracaso de ventas debido a su alto precio, equivalente a $9.995 dólares. Y en 1984 rápidamente dio paso al nuevo modelo de la empresa: el Macintosh 128k, la computadora que compitió directamente con la PC de IBM. Esta última tampoco funcionó como se esperaba y acabó generando tensiones dentro de la compañía.
Por entonces, Apple contaba con un nuevo CEO, John Sculley, ex presidente de PepsiCo que el mismo Steve Jobs convenció y contrató mediante la recordada frase: “¿Quieres vender agua azucarada el resto de tu vida, o quieres tener una oportunidad para cambiar el mundo?”. De esta forma, Jobs aceptaba que él aún no se encontraba capacitado para desempeñar ese cargo, así que convencido aceptó que Sculley sería la elección perfecta para llevar adelante su empresa. Sin embargo, ambas personalidades no tardaron en chocar entre sí. El nuevo CEO difería con la forma en que se manejaba la empresa y, junto al consejo de administración, apoyó el alejamiento de Jobs de su propia compañía.
Con la partida de su creador, y cotizando en la Bolsa desde hacía 10 años, Apple intentaría dominar el mercado de las computadoras personales y Sculley tuvo todo lo necesario para convertir a la empresa en una gran corporación pero no llegó a lograrlo. El CEO ordenó una reestructuración que afectó a más de 1.200 empleados. El Apple II y sus sucesivos modelos se encargaron de alimentar los ingresos de la compañía mientras las ventas del Macintosh caían en picada, hasta que el modelo recién trajo ganancias gracias a la revolución de la publicación digital, ya que contaba con capacidades gráficas para trabajar en el campo de la autoedición y el diseño gráfico.
En 1989, nuevos diseños salieron a la calle bajo la batuta de Sculley. Apple presentó el Macintosh Portable, una computadora portátil a pesar de sus 7 kilos de peso (y no muy accesible para el consumidor medio debido a su alto valor: $6.500 dólares), que no alcanzó el éxito esperado. Le siguió el Macintosh PowerBook, otra portátil muy similar a las actuales, con pantalla, teclado y mouse integrados que funcionó bien entre el público. Y, en 1993, Sculley presentó su proyecto más ambicioso: el Apple Newton, una PDA o asistente personal digital con el que Apple inauguraba sus computadoras de bolsillo.
Sin embargo, con una fuerte caída en la rentabilidad de la empresa, Sculley debió renunciar. Lo sucedió Michael Spindler hasta 1996, y luego de su renuncia llegó Gil Amelio como CEO. A fines de los ´90, Apple casi pide el concurso de acreedores, con pérdidas de miles de millones y una participación en el mercado del 3 ó 4 por ciento. Enfrentado a la crisis de Apple, estancados y sin dinero para innovar, el nuevo CEO emprendió nuevas maniobras con el fin de salvar el futuro de la compañía. Una de esas acciones fue convocar nuevamente a Steve Jobs y comprar a NeXT, la compañía que Jobs había fundado cuando se fue de Apple, sumando un software renovado y sofisticado a sus productos, que fue uno de los pilares del nuevo sistema Mac OSX.
REGRESO CON GLORIA
Cuando volvió, lo primero que hizo Jobs en Apple fue desautorizar la fabricación de clones del Macintosh, eliminar los productos no rentables como el Newton, y realizar un acuerdo con Microsoft que aportó una inyección económica de 150 millones de dólares, a cambio de la introducción de Microsoft Office en los Mac y del cierre de un viejo litigio de patentes. La empresa abrió sus propias tiendas físicas, con la idea de que se conviertan en lugares emblemáticos, mientras apostaba a su nuevo proyecto, la iMac.
La innovadora computadora iMac contaba con un monitor integrado y de moderno aspecto, que poseía colores translúcidos y líneas curvas. Su precio fue de 1.299.00 dólares, que bien los valía. Gracias a su nuevo caballito de batalla, la participación en el mercado de Apple llegó al 10 por ciento y el precio de sus acciones llegó al nivel más alto en muchos años, aunque no lograba recuperarse del todo.
Paralelamente, además de innovar con las computadoras portátiles y de escritorio, Apple sorprendió introduciéndose al mercado de la música con la creación del iPod, un reproductor de música digital con disco duro o memoria flash, capaz de reproducir diferentes formatos. Al iPod, en el 2003, se sumó la iTunes, una tienda online para descargar música legal por $0.99 por cada canción. En esta época los reproductores MP3 llegaban para reemplazar a los discman y los celulares comenzaban a ocupar su lugar en el mundo. Apple no se quedaría afuera de esta revolución.
El 9 de enero de 2007 se creó el primer Iphone, revolucionando el panorama de los dispositivos móviles y, así mismo lo anunciaba su gacetilla de prensa: “Apple reinventa el teléfono con iPhone”. El nuevo celular transformó a la empresa en la compañía de tecnología de consumo más grande del mercado, gracias a la combinación de tres productos en uno: un innovador teléfono móvil, un iPod de pantalla ancha con controles táctiles y un dispositivo de comunicación de Internet, con correo electrónico, navegación web, búsqueda y mapas. "IPhone es un producto revolucionario y mágico que está literalmente cinco años por delante de cualquier otro teléfono móvil" afirmaba Steve Jobs. Esta nueva apuesta de Apple llegaría al mercado seis meses después y, tres meses después del comienzo de sus ventas, las cifras revelaban que ya se habían vendido 1.119.000 de aparatos. “Terminamos el año fiscal 2007 con $15.4 billones de dólares en efectivo y sin deudas,” afirmó Peter Oppenheimer, el director de finanzas de Apple. A pesar de que todo parecía ir viento en popa, años después, Tony Fadell – uno de los desarrolladores del dispositivo- confesó que "el modelo de negocio para el primer año del iPhone fue un desastre, por suerte pivotamos y lo descubrimos en el segundo año". Y así lo demostraron las ventas, ya que las cifras del último trimestre de ese año, revelaron que se habían vendido 6,892,000 unidades del iPhone.
Tres años después del nacimiento del iPhone, llegó la creación del iPad, un increíble y revolucionario dispositivo con el que se podía navegar en la red, leer y mandar correos electrónicos, disfrutar fotos, videos y música, además de jugar a videojuegos, leer e-books y mucho más, con un precio inicial de solo $499.00 dólares. “iPad crea y define una completamente nueva categoría de dispositivos que conectarán a los usuarios con sus aplicaciones y contenidos de una forma más íntima, intuitiva y divertida nunca antes vista”, afirmaba Steve Jobs. Las ventas acompañaron desde el principio a su nuevo producto y, durante el tercer trimestre de ese año, los resultados arrojaron que la compañía había vendió 4.19 millones de iPads, solo durante el periodo de referencia. Es más, durante ese mismo lapsus de tiempo, Apple reportó ganancias récord de $20.34 mil millones de dólares, igual que la mayor cantidad de Macs, iPhones y iPads vendidas, con históricos márgenes de ganancias y utilidad.
Años después, luego de la muerte de Steve Jobs, el 5 de octubre del 2011, las innovaciones no fueron constantes en la compañía, pero los números sÍ continuarían dando buenos resultados. El tercer trimestre del año fiscal 2017, Apple anunció un ingreso de $54.4 mil millones de dólares, mientras que las ventas internacionales representaron el 61 por ciento del ingreso del trimestre.
Desde su creación, Apple no solo aprendió de sus errores, mejorando cada una de sus nuevas creaciones, sino también aceptando los desbarajustes de su compañía para canalizarlos en nuevas oportunidades, y mantenerse siempre vigente y a la vanguardia.
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POR: WOBI