
Fernando Corera (32), cuando tenía 25 años, oficiaba como disc jockey y estudiaba contabilidad. Producto de su trabajo musical, conoció la tecnología de la iluminación LED y contactó a su primo, Santiago Corera (34), que estaba en el rubro de la importación, y le habló sobre la posibilidad de importar estas luces para comercializarlas en el país. A esta iniciativa se sumó Joaquín Saravia Seeber (31), amigo de Fernando, para darle nacimiento a Coresa Group en 2010.
“Arrancamos en una oficina muy chica, por suerte prestada, e hicimos una primera importación de US$ 20.000, donde el baño de nuestro lugar fue utilizado como depósito, más específicamente la bañadera”, comienza explicando Fernando, y agrega: “en un primer momento arrancamos con una visión apuntada hacia el consumidor final, y no funcionó. Ahí nos dimos cuenta que lo mejor era conseguir un buen volumen para ir con un distribuidor que ataque esos canales directamente”.
A partir de ahí el negocio comenzó a crecer, contrataron a su primer empleado y alquilaron un depósito de 400m2. Así y todo, el crecimiento recién empezaba, ya que luego cambiaron ese depósito por uno de 1000m2.
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“Hace 4 meses incorporamos otro depósito más de 2500m2. Estamos con 3500m2 de depósito y proyectando a futuro. Además, compramos un terreno en un predio logístico en Tigre, donde compramos dos manzanas y estamos planificando hacer un depósito de 12.000m2 más oficinas y showroom”, comenta Fernando.
A su vez, su negocio se divide en tres marcas propias. Macroled fue la primera que crearon, que es pura y exclusivamente de iluminación. Después se sumaron Powerswitch, que comercializa toda la fuente switching y, por último, Inteck, que son accesorios para electricidad. “Nosotros no tenemos fábrica propia. Vamos a China, vemos que productos ofrecen ellos y cuáles necesitamos nosotros, además de nosotros contar con un ingeniero para controlar y también diseñar lo que se va a fabricar. De esa manera vamos armando estos productos para que sean acordes al mercado nacional”, aclara Fernando.
A su vez, realizaron recientemente un convenio con la multinacional china Chint, que se aboca a materiales eléctricos, para que Coresa sea el distribuidor y representante exclusivo de la marca dentro del país.
RELACIÓN CON EL BANCO
Con respecto al trabajo junto a Santander Río, Fernando sostuvo: “se viene acrecentando la relación que tenemos, tanto por proximidad como la línea de créditos. Además, los 3 socios y varios empleados tenemos cuenta ahí. A su vez, el dialogo que tenemos es cada vez más fluido, nos estamos apoyando más en Santander Río que en otros bancos”. Al mencionar las ventajas que brinda el banco, destacó la plataforma de cheques: “hacemos muchos descuento en cheques, y es una herramienta útil y ágil”.
EN PRIMERA PERSONA
Banco Santander Río: ¿Cómo está posicionada la compañía?
Fernando Corera: Hoy en día estamos vendiendo en todo el país, tenemos diferentes vendedores en cada región, y venimos creciendo a un 200% anual, es un muy buen número. En estos 6 años estamos muy bien posicionados en el rubro, la marca está consolidada y ya confían en la calidad de la marca y el grupo humano que tenemos.
BSR: ¿Qué los diferencia de los competidores?
FR: Creo que sería atención con el cliente, calidad del producto, la logística, debido a que uno de nuestros conceptos es que los envíos sean gratuitos, y buenos plazos de financiación que podemos dar. Hay bastante competencia, pero es importante saber que estamos consolidados, y el consumidor final ya pide la marca, eso es muy importante.
BSR: ¿Cómo es el trato con el cliente? ¿Qué estrategias aplican para consolidarlo?
El trato diario las tienen las fuerzas de ventas, donde hacen visitas periódicas para ofrecer nuevos productos, atender a las necesidades que puedan llegar a tener, asesorarlos en cuestiones técnicas respecto a los productos, y se fue dando por la confianza que nos fueron teniendo. Primero probaron la calidad del producto y vieron que era buena, luego fueron notando la relación que podían entablar con nosotros, tenemos un muy buen grupo humano, que sin dudas es el principal factor de esto.
BSR: ¿Fue difícil sortear las trabas de importación?
FC: Fue bastante difícil, sí. Iniciamos la sociedad y éramos muy “verdes”. Después de la primera importación se hicieron todas las trabas y estuvimos luchando a cuentagotas con las aprobaciones que nos iban dando. Está mucho más aceitado el tema hoy en día, también en parte por la experiencia que adquirimos. Además, ellos ven una inversión nuestra, eso también ayuda a que nos den cupos de importación. A su vez, el LED tiene ventajas por cuestiones energéticas, es “eco-friendly”.
BSR: ¿Cuáles serían las ventajas y desventajas de ser tu propio jefe?
FC: La presión de estar con tanta gente a cargo es algo negativo. Al ser una empresa chica, los socios estamos en todas las áreas, tocando un poco de todo. El tema laboral y la vida personal están mezcladas 24 horas, no te podés desconectar. Cuando uno se mete de lleno con un proyecto propio le pasa eso. Hoy es muy a pulmón, aprovechamos que somos jóvenes y tenemos energía. Después, por supuesto están las ventajas de tomarse el lujito de llegar un poquito más tarde, programar vacaciones, pero no dejás de trabajar en ningún momento. La desconexión, desde que arrancamos, nunca existió. A su vez, tomar decisiones siendo tan jóvenes es una experiencia muy buena.
BSR: ¿Cómo hacen a la hora de tomar decisiones difíciles?
Siempre las consultamos y las tomamos entre los tres, los tres formamos parte del directorio y, a pesar de que tenemos divididas nuestras tareas (NdeR: Fernando parte contable y comercial, Santiago importaciones y Joaquín sistemas) ese tipo de cosas las pensamos juntos. De hecho, desde que nació la compañía que tenemos un grupo de Whatsapp en el que todos los días hay algún mensaje.
BSR: ¿Hay alguna clave para subsistir en el tiempo, teniendo en cuenta las fluctuaciones económicas que suele tener el país?
FC: Lo primero es la capacidad de adaptarse muy rápido a los cambios, jamás bajar los brazos. Hemos tenido alguna idea de dar de baja el proyecto pero seguimos apostando, eso es clave para alguien que quiere emprender. Tener bien en claro a donde quiere apuntar la compañía, el producto o servicio que se quiera brindar, a quién, de qué manera.
BSR: ¿Cómo se manejan con los empleados? ¿Son flexibles, están cerca de ellos?
FC: Somos socios jóvenes con empleados jóvenes, la relación con ellos es diaria, con algunos hay hasta relación de amistad. No somos estrictos en ese sentido, preferimos sentarnos y dialogar antes de ir al choque. La mayoría de la gente que entró no se va, eso está bueno y habla bien de la empresa. Cada uno en sus oficinas escucha música, piden entrar a horarios distintos y se le brinda, en ese sentido somos “benévolos”. El factor humano es claramente lo que hace a la empresa. Por suerte lo logramos, tenemos un equipo de primera en cada área. Ninguno de nosotros se convirtió en experto del tema cuando empezamos.
BSR: ¿Es difícil delegar?
FC: Creo que en un principio es difícil, pero cuando uno entiende del crecimiento depende del 80% o 90% de delegar las cosas, se tiene que adaptar a eso. Hoy en día te digo que sí, delego y me resulta fácil, es necesario. Hoy también el tema de la tecnología ayuda mucho, gracias a los sistemas nuevos y a como se definan los procesos. Si vos tenés bien armado el proceso de cómo querés trabajar todo, el camino debería ir solo, sería más fácil delegar, nos apoyamos mucho en el sistema.
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