
La globalización de las economías ha generado mayores oportunidades de comercio no sólo para las grandes multinacionales, sino que también para las pequeñas y medianas empresas. En este contexto, las normativas ambientales no sólo están siendo impuestas o acordadas a nivel internacional, sino que también a nivel local, lo que genera la necesidad de que todas las organizaciones consideren los factores ambientales dentro de su proceso de toma de decisiones, lo cual se transforma en una variable importante en el logro de un buen nivel de competitividad en el mercado.
Años atrás la economía se consideraba como un sistema lineal donde entraban factores productivos, incluidos recursos naturales, y salía un producto que producía satisfacción o utilidad a los consumidores. Bajo ese esquema se dejaba fuera todo los impactos negativos que muchos de estos procesos generaban sobre el medio ambiente. En su libro “Dirección y marketing ecológico”, Hopfenbeck Waldemar (1993) establece que:
“(…) las empresas, aunque tan sólo para su supervivencia, deben resguardar la dimensión social (motivación y satisfacción en el trabajo, condiciones humanas en el trabajo, mantenimiento y creación de puestos de trabajo), económica (rentabilidad, productividad, capacidad competitiva), y ecológica (ahorro de materias primas, aseguramiento calidad de vida, protección de los recursos naturales) en su estrategia ya que cada día más los consumidores y trabajadores están más informados, ejerciendo, por lo tanto, una mayor presión sobre las empresas, para que tengan procesos productivos social y ecológicamente sustentables y productos cada vez más amigables con el medio ambiente”.
En línea con esto, es posible ver que en la actualidad resulta prácticamente insostenible una empresa que piense únicamente en el rendimiento económico. Por este motivo, tomar medidas preventivas que conjuguen el rédito económico con el bienestar social de los trabajadores y la minimización de las consecuencias medioambientales es un punto clave para crecer y mejorar la posición competitiva de las PyMEs.
¿Qué es la Gestión Ambiental Preventiva?
La gestión ambiental preventiva es una de las herramientas que contribuyen a que las PyMEs tengan un mejor desempeño y se desarrollen gracias a la inversión de recursos en temas medioambientales. Esta es una de las puertas de entrada para empresarios que deseen ingresar en mercados sustentables y tener nuevos negocios altamente competitivos. La realidad es que este enfoque mejora los procesos y los productos, aumenta la productividad de las empresas y además evita la contaminación.
¿Cómo comienzo a aplicar la Gestión Ambiental Preventiva?
Una de las primeras estrategias que se pueden considerar para comenzar a aplicar la Gestión Ambiental Preventiva en las empresas, es la Producción más Limpia (P+L).
Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se entiende por “Producción más Limpia” a “La aplicación continua de una estrategia ambiental preventiva e integral a procesos, los productos y los servicios, con el objetivo de reducir riesgos para los seres humanos y para el medio ambiente, incrementar la competitividad de la empresa y garantizar la viabilidad económica”.
La Producción más Limpia (P+L) puede aplicarse a cualquier proceso, producto o servicio, y contempla desde simples cambios en los procedimientos operacionales de fácil e inmediata ejecución, hasta cambios mayores, que impliquen la sustitución de materias primas, insumos o líneas de producción por otras más eficientes.
Las técnicas de Producción más Limpia (P+L) consisten en aplicar:
- Mejoras en el proceso productivo: se trata de identificar aquellas etapas del proceso donde se desperdician los recursos o se puede maximizar el uso de materiales, agua, energía y armar un plan de acción para mejorar dichos aspectos.
- Buenas prácticas operativas: incentivar que los operarios usen correctamente las maquinarias, materiales y recursos teniendo en cuenta los procedimientos apropiados para maximizar la producción y evitar accidentes.
- Mantenimiento de las máquinas: contar con algo tan simple como una grilla de control de las maquinarias, en donde se pueda dejar registro de los controles y mantenimientos de los distinto equipos.
- Reutilización y reciclaje: comunicarle a todos los operarios y empleados administrativos la intención de reutilizar aquellos elementos que puedan aprovecharse y destinar espacios donde se pueda separar y almacenar los materiales reciclables.
Ventajas de aplicar la Producción más Limpia (P+L):
- Mayor eficiencia: se genera un ahorro, ya que se destinan menos recursos a la producción —materia prima, electricidad y agua— y se optimiza el proceso.
- Disminución del riesgo ambiental, de la salud y accidentes laborales: al identificarse las etapas del proceso o lugares más riesgosos para los trabajadores se pueden tomar medidas para prevenir así como mitigar posibles accidentes.
- Cumplimiento de la legislación ambiental vigente: se evitan grandes multas, inspecciones y clausuras.
- Menor gasto en los recursos y mayor cantidad de producción: se maximizan los recursos y mejora el proceso productivo.
- Disminución en el costo de tratamiento y disposición final de los residuos: al volverse más eficientes durante el proceso de producción y maximizar el uso de materiales, se desecharán menos recursos y por lo tanto habrá menos residuos para tratar y menos kilogramos de residuos por los que haya que pagar para disponerlos y mandarlos a tratamiento final.
- Mejoras en la imagen corporativa: le dará mayor confianza a los clientes y consumidores, lo que lleva a una mayor demanda y nivel de venta.
- Posicionamiento competitivo en el mercado nacional e internacional: generar el consumo y la demanda de productos elaborados con un enfoque sustentable hacen la diferencia frente a las empresas del mismo rubro y mayor interés de los inversionistas.
Es importante destacar que, invirtiendo tiempo y dinero en un Plan de Gestión Ambiental Preventiva, no sólo se ahorra dinero, se mejora la imagen pública y se contribuya a la mejora medioambiental, sino que además se evitan grande multas, inspecciones y en el peor de los casos clausuras. Un claro ejemplo son 3 empresas salteñas, que actualmente están incorporando estrategias de Producción más Limpia y rápidamente observaron resultados en cuanto a la reducción en el consumo de energía, la minimización en el consumo de agua y el aislamiento para mantener una temperatura adecuada en los establecimiento y procesos, ahorrándose no sólo energía y agua sino también gas.
El medio ambiente ha pasado de ser un factor ajeno a las empresas, a convertirse en un factor de competitividad, sobre todo cuando se plantean estrategias de prevención y reducción de residuos y emisiones, muchas de las cuales se han transformado en reducciones de costos o en la generación de productos alternativos a partir de los residuos.
En abril de 1987 la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo presentó su informe “Nuestro futuro común” (más comúnmente denominado Informe Brundtland). El mensaje principal este documento es que no puede haber un crecimiento económico sostenido sin un medio ambiente sustentable y un desarrollo social a largo plazo, por lo que ha llegado el momento de elevar el desarrollo económico sostenible y darle mayor protagonismo.
TAGS: eco-friendly, RSE, medio ambiente, empresa sustentable, reciclaje, responsabilidad ambiental, gestión ambiental preventiva.
POR: Evelyn Nashiro
Mi nombre es Evelyn Nashiro y soy evaluadora técnica de impacto ambiental. Realicé cursos sobre ambiente y seguridad, efectos ambientales en la salud, arquitectura sustentable y energías renovables. Me encuentro a pasos de recibir la Licenciatura en Gestión Ambiental y me especializo en esta área porque siempre me interesó resolver las problemáticas ambientales que nos afectan a todos.
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