Dobuti: una empresa brillante

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Aluminio Dobuti es una empresa familiar que atraviesa tres generaciones. De la carpintería de madera al aluminio, de Ceres en Santa Fe a Europa, de Mar del Plata al país. Conversamos con Edgardo Massacesi, el fundador de una pyme que está siempre un paso adelante.

La historia de Aluminio Dobuti puede tener varios comienzos míticos, los cuales se relacionan unos con otros. Veamos:

  1.  “Para que un negocio sea brillante tiene que haber dos buenos tipos en la mesa”, Edgardo Massacesi toma esta máxima para bautizar a su empresa de carpintería en aluminio, una vez que deja su Ceres natal en la provincia de Santa Fe y se instala en Mar del Plata. 
  2. Edgardo como puntero derecho de San Lorenzo de Almagro a comienzos de los setenta, compartiendo equipo con figuras como la Oveja Telch, Victorio Cocco, Toti Veglio, el Gringo Scotta y Jorge Olguín, entre otros. Una lesión postergó su carrera futbolística, pero él no perdió el tiempo, entre concentraciones y partidos a cancha llena, estudiaba para Maestro Mayor de Obras.
  3.  “¿Si su hijo es Maestro Mayor de Obras, por qué no hace otra cosa que no sea madera?”, la sugerencia de un director en la empresa de su padre, una carpintería de aberturas en madera, llegó a Edgardo y así nacía este emprendimiento, una apuesta bastante arriesgada, bajo el nombre de “San Lorenzo”.

 

Todo tiene que ver con todo y el “todo” es la calidad.

Todos estos hechos se relacionan entre sí y aunque se manifiestan como una historia circular fueron claves para que Aluminio Dobuti se proyecte como una de las empresas más importantes del sector, una Pyme nacida de un negocio familiar, de pueblo, que expandió sus límites —“el pueblo siempre tiene un techo”— para conquistar Argentina y con vistas también hacia algunos países limítrofes ¿Cómo se logra esto? ¿Cómo vamos de la madera al aluminio? ¿Cuál es el secreto para mantenerse en el tiempo? “Seriedad empresarial. Búsqueda incesante por mejorar la calidad del producto y servicio”, nos responde Edgardo, pionero de la industria del aluminio.

Es que es la calidad desde donde se desprende la confianza y el motor que hace que Aluminio Dobuti busque siempre la última tecnología en aberturas de aluminio: “Tenemos un producto único, fabricados con la más moderna tecnología, con los estándares más altos de uno de los mercados más desarrollados del mundo”.

Desde 1996 importan toda la materia prima desde Europa. Este hecho es quizás el principal obstáculo que suele tener la compañía, pero siempre fue superado, de local o visitante ¿Cuál es el secreto? “Nunca bajamos nuestra calidad”. Es en esta etapa que aparece Santander Río, en el año 2010: “Nos ayudaron en nuestra operatoria de comercio exterior, con su profesionalismo, y la orientación a nuestro servicio nos ayudaron a sortear todos los obstáculos que se fueron presentando”.

Un desafío

Si hoy es complicado importar productos y tecnologías de afuera, imagínense lo que fue en los comienzos para Aluminio Dobuti instalar en el mercado Carpintería de Aluminio:

“Mirar afuera en los comienzos era un desafío: en los setenta era impensado que una vivienda tenga carpinterías que no sean de madera, menos aún de aluminio. El metal al tacto y a la vista no se llevaba bien con la arquitectura de la época. Aunque ya en otras partes del mundo se reconocía al aluminio principalmente por no tener mantenimiento y conservación.”

¿Qué hechos fueron clave para el crecimiento de Dobuti? ¿Qué se necesita para el progreso sostenido a lo largo del tiempo?

“Los hechos claves para el crecimiento fueron: la calidad del producto; la incorporación de la más moderna tecnología, los software más efectivos y sofisticados del mercado (todo de origen europeo); el esmero, entrega y profesionalismo de todos los actores de Aluminio Dobuti; el constante afán por conocer y mejorar siempre nuestras carpinterías.”

“Con información, sin desesperarse, siempre hay una solución, es la mejor forma de prepararse en lo personal; en lo profesional, buscar mejorar el producto y el servicio.” ¿Cómo se hace para seguirle el ritmo a Europa? “Asistiendo a ferias internacionales, actualizándose; además, desde mediados de los noventa somos representantes directos de EXTRUGASA, una de las compañías más importantes de Europa. Allá calefaccionar o refrigerar siempre fue caro, razón por la cual debieron desarrollar carpinterías con estanqueidad cada vez más alta. Nos llevan muchos años de ventaja buscando minimizar el gasto. Este es un cambio a futuro inmediato. Aluminio Dobuti ya fabrica hace un tiempo carpinterías dignas de cámaras frigoríficas.”

Una empresa familiar

Esta es la tercera generación de los Massacesi que se dedica a la carpintería, desde los nostálgicos inicios en Ceres con las aberturas de madera, pasando por Edgardo y el aluminio, el posterior arribo a Mar del Plata y el cambio de nombre, de San Lorenzo a Dobuti, hasta el presente, con la incorporación de los hijos de Edgardo:

“La empresa familiar debe ser un combo completo, o casi. Se inicia como alternativa de salida laboral para los hijos, en nuestro caso, Denise, Contadora Pública Nacional y Licenciada en Administración de Empresas; y Paolo, Arquitecto especializado en España en Envolvente Arquitectónica. Luego, se debe ir congeniando, dejándose cada uno su espacio. Quiero y debo destacar el apoyo invalorable desde siempre de mi esposa Diana, factor imprescindible en el desarrollo de todo proyecto.”

“El ingreso de nuestros hijos fue in crescendo según avanzaban en sus carreras universitarias. La prioridad siempre fue el estudio y el conocimiento. Ellos aportan frescura, capacitación, conocimiento, entrega y tienen la camiseta bien puesta.”

¿Diferencias con otro tipo de empresas?

“El horizonte debe ser compacto. Se transita con armonía y confianza. Es placentero venir a trabajar ya que seguimos estando en familia. Cuando las cosas no salen, nos acompañamos y buscamos juntos las soluciones.”

¿Y a la hora de tomar decisiones?

“Las decisiones salen por consenso. En los mayores pregona la experiencia y cierta sabiduría, en los más jóvenes, el optimismo, la inquietud, el conocimiento. Difícilmente el resultado sea el no deseado.”

Compartir experiencias ¿Qué prácticas aplican con sus empleados que consideran que los ayudan a fortalecer la relación con ellos y a tener una mejor empresa? ¿Cuál es la parte más difícil de delegar?

“La cercanía sin excesos, el día a día siendo una empresa familiar te podés dar el lujo de no hablar, solo con el proceder deberías marcar la cancha. Obviamente que siempre debe primar el trato. La parte más difícil de delegar es la confianza.”

Si le tuvieran que hablar a alguien que no se decide a emprender ¿Qué creen que se necesita para ser emprendedor y cuáles serían las ventajas y desventajas de ser tu propio jefe?

“Amamos a los nuevos emprendedores, nos vemos reflejados en todos y cada uno de ellos. Se necesita principalmente amar lo que se hace; no escatimar esfuerzos; no amilanarse nunca; entender que nada se sabe, todo está para aprender; no tomar decisiones apresuradas; no buscar el atajo, cuando más largo el camino mejor es la recompensa; buscar siempre ser el mejor, no importa el costo. La ventaja de ser tu propio jefe es que, cuando cuestionás una decisión, está en vos la solución.”

Aluminio Dobuti en la actualidad está posicionada “en un lugar de privilegio a nivel nacional”, con grandes obras en todo el país, incursionando también en Uruguay. Siempre está un paso adelante. Es, sin dudas, un negocio brillante.

TAGS: empresa familiar, emprendedurismo, casos de éxito, negocios internacionales, Aluminios Dobuti

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